martes, 18 de noviembre de 2008

Cursillo de Lógica. 13

Clase nº 13:
"Introducción a la lógica" de I.M.Copi

"Los razonamientos, como los hombres, a menudo son hipócritas". 
Platón (Citado en el texto que comentamos de Copi).

III.1 y 2. "Falacias no Formales: 'Clasificación de las falacias', y 'Falacias de Atinencia'" (pags. 81 a 84) 

Los libros de lógica casi nunca coinciden en el el tratamiento de este tema; algunos le dan muy poca importancia (apenas una o dos páginas) y el número total de falacias varía de uno a otro. Copi, en cambio, le otorga un capítulo entero... y personalmente lamento que no le haya dedicado, incluso, mayor cantidad de páginas. En realidad el interés de las falacias (sobre todo de las no-formales) va más allá o más acá de la lógica. Desde el punto de vista lógico no tienen ninguna dificultad, son razonamientos incorrectos y punto. Pero en la vida cotidiana (incluyendo la política, los tribunales y la economía) su uso es tan extendido como peligroso. Así que se justifica dedicarles atención, aunque al analizarlas resulte tan evidente la "trampa" que apenas uno puede explicarse como es tan facil caer. 

¿Que es una falacia? un error en el razonamiento. Un error suficientemente grave como para invalidarlo (es decir para convertirlo en un razonamiento incorrecto). Para entendernos: "Una falacia es un tipo de argumentación incorrecta" (Copi). 

Tambien se usa el término, en un sentido más general y ambiguo, para designar cualquier creencia falsa; "como la "falacia" de creer que todos los hombres son honestos" (Copi). 

Pero en sentido lógico, y estas clases-resúmenes, el significado será el enunciado en primer lugar. 

En realidad no todos los razonamientos incorrectos son "falacias"; podrían serlo, sin duda, pero la palabra se reserva para aquellos razonamientos incorrectos que son "psicológicamente persuasivos", que convencen, aunque no resistan el análisis lógico. 

Son razonamientos que no engañan, si se los estudiara con un poco de rigor, pero que cumplen su función mentirosa perfectamente en la vida real porque justamente los seres humanos no nos detenemos a pensar las cosas. Aunque ello nos afecte duramente en sus consecuencias. 

Las falacias se dividen en dos grandes familias: las formales y las no-formales. Las primeras son razonamientos que se asemejan bastante a un esquema correcto y tienen mayor interés para la lógica (los analizaremos luego); las segundas (las no-formales) contienen burdos errores que un niño de 5 años podría localizar... pero que pueden pasar tranquilamente por correctos en la vida diaria. A continuación se veran 18 de esta clase de falacias; pero su nº es, en principio, casi infinito. Tal como dijo De Morgan (y recoge Copi): "No hay nada similar a una clasificación de las maneras en que los hombres pueden llegar a un error, y cabe dudar de que pueda haber alguna". 


FALACIAS DE ATINENCIA: 
Las falacias no-formales se subdividen en dos grupos (por razones de comodidad), las de "atinencia" y las de "ambigüedad". Veremos ahora el primer subgrupo. 

Las "falacias de atinencia" son todas aquellas donde las premisas no tienen "atinencia" (o pertinencia) lógica en relación con las conclusiones. Es decir donde las premisas hablan de una cosa... y la conclusión de otra. 

Algunas reciben nombres latinos porque ya han sido estudiadas desde la antigüedad. El hecho de que sigan existiendo muestra que los progresos tecnológicos no van acompañados de idénticos progresos cerebrales. 


1. ARGUMENTUN AD BACULUM (Apelación a la fuerza). 

La falacia es sencilla, como todas las de esta familia, se la comete cuando se apela a la fuerza o a la amenaza para provocar la aceptación de una conclusión: 

"Carlos es estúpido, y espero que estés de acuerdo porqué si no te quedarás sin cena". 

La apelación a la fuerza puede ser mucho más sutil que en el caso anterior, e incluso estar implícita (es decir en el contexto) pero en cualquier caso lo que encuadra a esta falacia es que la aceptación de la conclusión no se hace por su relación lógica sino por cuestiones estrictamente extra-lógicas. 

El que negocia en una comisión y recuerda a sus oponentes que tiene x miles de votantes que lo apoyan, o que si no hay acuerdo tendrán que afrontar una huelga segura, o que seguirán los actos de terrorismo... son casos habituales de esta clase de falacia. 

En escala internacional es una falacia sumamente utilizada. Copi menciona, como ejemplo, esta anécdota histórica citada por Harry Hopkins en su relato de la reunión de los tres grandes (EEUU, Inglaterra y la Unión Soviética) en Yalta, poco antes de terminar la 2da. guerra mundial: 

"Se dice que Churchill informó a los demás que el Papa sugería seguir tal o cual curso de acción. Se afirma que Stalin manifestó su desacuerdo preguntando: '¿Y cuántas divisiones dice usted que tiene el Papa para el combate?'". 

En nuestro país tenemos un ejemplo (macabro) de esta clase de falacia elevada a la categoría de principio político: cuando la ETA pide "diálogo" para discutir sus ideas bajo amenaza de seguir con su campaña terrorista. 

Como se ve... tendremos "ARGUMENTUN AD BACULUM" para siglos. 


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II. Ampliación. 

A veces (no siempre), se justifica guardar los mensajes intercambiados en una lista porque agrupan conceptos y temas que son sugerentes al releerlos. Con este fin transcribo algunos msg intercambiados en la lista "csn-wittgenstein", a principios de enero de 1999. Dejo los nombres de los participantes pero no otros datos de las cabeceras de los e-mail: 


From csalinas 

["Dijo Máximo": el signo '>' identifica el texto anterior. La respuesta posterior carece de él] 
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[Dijo Máximo] 


>1.Husserl admitía como un hecho de experiencia que hay oraciones 
>significativas que no refieren a nada; P.ej. "los centauros no comen 
>hamburguesas"; Que son significativas se demuestra por el hecho de que 
>podemos entenderlas, lo cual no sucedería con cualquier oración, 
>p.ej. "no hamburguesas centauros los comen" de esta última sí puede 
>decirse que no tiene sentido. 

Sí. Una oración es significativa si significa algo. Es decir que 
cumpliendo las elementales reglas de la gramatica no nos suena a chino 
(no estando escrita en "chino", por supuesto). Entiendo que los 
centauros no tienen esa dieta... y me parece razonable, incluso en 
bichos tan estrafalarios. 



>2. Ergo: el sentido es algo distinto de la referencia -sea 
>demostrativa o descriptiva- 

Perdón, empiezo a marearme. "Significado" y "sentido" ¿son lo 
mismo?. Algunos autores dicen que no es lo mismo, y se puede afirmar 
lo contrario (¡es lo mismo!) pero yo pertenezco al bando que le 
gustaría mantener una distinción: "sentido" podría ser si se puede 
determinar si se está afirmando o negando algo, y "significado" si 
está bien construído gramaticalmente hablando. 

No tengo inconveniente que me cambien las definciones anteriores... no 
tengo ningun inconveniente que se le asignen a las dos palabras 
cualquier otro significado posible... mi único inconveniente es que se 
las convierta en sinónimos. Pienso que por el camino de la 
identificación nos perderemos rapidamente. 



>Hasta aquí no hay nada que no hayan dicho otros autores, pero Husserl 
>intenta además explicar esa diferencia: 

¿cual? ¿que el significado es diferente a la cosa significada? ("el 
sentido es algo distinto de la referencia -sea demostrativa o 
descriptiva-"). 

¿qué es lo que "es distinto"? 

Naturalmente que hasta los niños (salvo los muy pequeños) aprenden a 
distinguir la diferencia que hay entre la palabra "mamá" y la persona 
que ese nombre indica... entonces ¿que quiere hacer Husserl? yo ya 
empiezo a estar más perdido que la una. 



>3. El sentido depende -siempre según H.- de un "acto intencional" -no 
>necesariamente advertido por los propios hablantes y/o escuchas- y ese 
>acto dota de sentido al lenguaje, que en sí mismo sería una suerte 
>de estructura vacía. 

Suponiendo que aquí "sentido" sea lo que mas me gustaría llamar 
"significado"... el famoso acto "intencional" de Husserl me parece una 
bobada. (pido perdón por lo dicho... debajo de la mesa porque he visto 
que volaban algunos platos y otros objetos hostiles en mi dirección). 

Cuando uno dice algo, siempre dice algo. Eso puede estar en la 
realidad (externa o interna) o no estar en ningun lado (los centauros 
son "artrópicos" -palabra que al no decir nada, excluye la posibilidad 
de que la frase anterior diga algo-), y puede comprenderse como una 
frase bien construida, o ininteligible, es decir "mal construida". 

Las frases bien construidas apuntan a algo, las que estan mal 
construidas no apuntan a nada (mejor dicho uno no puede saber si 
siquiera "apuntan") ¿que demonios aporta el concepto de "intención"? 



>4. El acto por el cual se dota de sentido a la expresión, es 
>distinto al acto que permite vincular las expresiones a una referencia 
>objetiva -es otro acto- 

Al llegar aquí... noto que mis "tanques" intelectuales han quedado 
totalmente exhaustos. Es el efecto "Husserl". 

Por eso pido perdon para no seguir hasta que alguna alma caritativa me 
explique lo que hasta ahora ha querido signficar Husserl. Es probable 
que sus expresiones tengan sentido... más allá de cualquier referencia 
objetiva... pero hay que estar en su mundo para comprenderlo. Algo 
que, lamentablemente, resulta negada a mi simple naturaleza. 

Soy un pecador :-( pero puedo agregar tambien, que estoy dispuesto a 
aprender si alguien se toma el trabajo de guiarme. 

Lo dejo aquí. 

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From csalinas 


Parece evidente que la palabra "sentido" tiene más significados que la 
palabra "significado": 

Empecemos por el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) 

SIGNIFICADO: 

1. p. p. de significar. 

2. adj. Conocido, importante, reputado. 

3. m. Significación o sentido de las palabras y frases. 

4. [m.]Ling. Concepto que, como tal, o asociado con determinadas 
connotaciones, se une al significante para constituir un signo 
lingüístico. En aquella asociación, pueden dominar los factores 
emotivos, hasta hacerse casi exclusivos como en el caso de la 
interjección. 

5. [m.]Ling. Complejo significativo que se asocia con las diversas 
combinaciones de significantes lingüísticos. 

6. [m.]Lo que se significa de algún modo. 

SENTIDO: 

1. adj. Que incluye o explica un sentimiento. 

2. [adj.]Dícese de la persona que se resiente u ofende con facilidad. 

3. m. Cada una de las aptitudes que tiene el alma, de percibir, por 
medio de determinados órganos corporales, las impresiones de los 
objetos externos. 

4. [m.]Entendimiento o razón, en cuanto discierne las cosas. 

5. [m.]Modo particular de entender una cosa, o juicio que se hace de 
ella. 

6. [m.]Inteligencia o conocimiento con que se ejecutan algunas cosas. 
Leer con SENTIDO. 

7. [m.]Razón de ser, finalidad. Su conducta carecía de SENTIDO. 

8. [m.]Significación cabal de una proposición o cláusula. Esta 
proposición no tiene SENTIDO. 

9. [m.]Significado, o cada una de las distintas acepciones de las 
palabras. Este vocablo tiene varios SENTIDOS. 

10. [m.]Cada una de las varias interpretaciones que puede admitir un 
escrito, cláusula o proposición. La Sagrada Escritura tiene varios 
SENTIDOS. 

11. [m.]Geom. Modo de apreciar una dirección desde un determinado 
punto a otro, por oposición a la misma dirección apreciada desde este 
segundo punto al primero. 
acomodaticio. 


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From csalinas 


En la Nueva Enciclopedia Larousse, podemos espigar lo siguiente. 

SIGNIFICADO: 
Contenido semántico, valor o sentido de un signo lingüistico. 

SIGNIFICAR: 
Ser una cosa signo o representación de otra // Ser una palabra o frase 
expresión de una idea o de una cosa material // Equivaler a cierta 
cosa o suponerla // Manifestar, hacer saber una cosa por medio de 
signos o palabras 

SENTIDO: 
Que contiene o expresa sentimientos // Facultad para entender, juzgar 
o apreciar o sentir preocupación, por las cosas o para actuar (El 
sentido del deber) //Modo particular de entender una cosa, o juicio 
que se hace de ella //Razón de ser, finalidad //Significación, manera 
como se ha de entender una cosa // Conjunto de represenaciones que 
sugiere el enunciado de una palabra // Cada una de las varias 
interpretaciones que puede admitir un escrito o discurso // Dirección 


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From csalinas 

Lo que escribió Ferrater Mora en su Diccionario Filosófico no puede resumirse facilmente porque ya él resume muchas doctrinas distintas. Pero para indicar sólo el principio de cada artículo (resumido con mis palabras): 

SIGNIFICACION Y SIGNIFICAR: 

con estas palabras puede querer decirse, 
1. propósito o intención. 
2. sentido de una palabra (en el sentido de "significado") 
3. representación de algo. 
4. anuncio de algo. 
5. connotación de un termino. 
6. realidad incorpórea. 
7. núcleo de varias vivencias. 
8. concepto significado 
9. cosa designada. 
10. Relación con algo significado por una expresión. 

en cuanto a 

SENTIDO (el art. es algo más breve que el anterior, pero tambien se 
las trae; viene a decir que el termino tiene varias significaciones): 

1. Significado. 
2. orientación de la dirección 
3. relación con el "ser" 
4. coordinación del signo con su objeto, o entre acontecimientos, o 
entre la parte y el todo, o entre el enunciado y su fundamentación, o 
entre comportamiento y situación. 

Nota: la situación podría ser trágica... si uno quisiera obtener 
nociones perfectamente diferenciadas; por eso me parece una falta de 
seriedad de algunos filósofos trabajar con estos conceptos sin antes 
definirlos con toda pulcritud. Es enredar las cosas antes de que se 
embrollen por si solas. 


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From: "josebiedma" 

Queridos lister@s de Casi Nada: 

No sé por qué hemos de devanarnos los sesos interpretando lo que quisieron decir los grandes santones de la filosofía alemana sobre "significado" y "sentido", manejando además traduciones en las que difícilmente se alcanza a comprender las connotaciones exactas de la expresión originaria. 

Me permitiréis que, dispuesto a conversar con los muertos, prefiera mis propios muertos, los que habitaron mi propia casa: los que hablaron mi mismo lenguaje y pensaron en él con rigor y valor, imaginación y cálculo. Tampoco me parece que los diccionarios, aunque fueran filosóficos y tan estimables como el de Ferrater, siendo útiles como son, nos sean definitivos. 

Siempre hay en el léxico filosófico un mínimo de equívocos que son garantía de progreso creativo y vivacidad. 

Eugenio d'Ors, en una obra que ha permanecido cincuenta años inédita (mientras se traducían sin criterios las últimas 'boutades' de la pijería intelectual francesa, anglosajona o alemana, o los catecismos estalinistas de los Althusser y Martha Harnecker), en una joya titulada en 1947 _El secreto de la Filosofía_ (Madrid, tecnos, 1998), insiste lúcidamente: en la Filosofía el pensamiento mismo encarna y se desarrolla en la expresión. Lo nuestro, con ser un arte poyético y una técnica lógica, es desde luego algo más que "un juego de retruécanos sublimes" (Bolland), y es que el filósofo, al contrario del científico, está interesado en dar a las palabras, con todas las posibilidades del equívoco, todas las posibilidades del dinamismo vital. 

La filosofía se hace con palabras. Las palabras tienen una entidad nocional porque corresponden a conceptos que encierran significaciones. La significación o significado de la palabra asume lo que en el vocabulario de los lógicos se llama razón, concepto, proposición o definición, (logos). El significado -aclara d'Ors- es la síntesis de aquello mismo en que la definición es el análisis. Pero una misma palabra puede y de hecho tiene casi siempre diversas acepciones, sus significados están mutando en una íntima y compleja interrelación con otros significados en el interior de un organismo en evolución como es el lenguaje... Oigamos al maestro: 

"Hay en cada palabra un germen, unas posibilidades, un movimiento. Hay un impulso del pensar, una potencia activa de enlace, fuente de metáforas y de figuras. Hay igualmente una herencia, una impregnación en relentes allí acumulados, de cada vez que la palabra ha servido, sobre todo si ha servido al genio. Hay, por fin, una fuerza de proliferación, ora poética, ora heroica -de cada palabra cabría decir lo que Nietzsche del hombre, que 'es algo que desea ser superado'-, que nuestra mente puede captar", op. cit. pg. 60. 

Ciertamente, el Logos es un dios uno y trino. Para nosotros, realidad, pensamiento y palabra son un todo que difícilmente podemos descomponer en abstracto, intelectualmente, puesto que cada una de esas dimensiones depende de las otras dos en un juego complejo, a la vez formal y sintáctico, semántico y pragmático. Así pues, la palabra tiene una forma fónica o gráfica (significante), que es interés de los gramáticos; se refiere a algo del mundo real, ideal, posible o fantástico (significado); y además -y esto es lo más misterioso-, tiene un sentido. 

"la más profunda, la más valedera de las comprensiones de un vocablo será aquella que penetre el secreto de su sentido" 

Entre la vana o persuasiva palabra del sofista, la palabra mágica del religioso, la palabra objetiva del científico, y la hiperbólica palabra del poeta, la palabra del filósofo busca incesantemente en el bosque del lenguaje el misterioso secreto del sentido. 

Que os quede salud para ensayarlo: descubrirlo o crearlo. 


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From csalinas 

[En '>' Párrafos del msg de José Biedma; luego respuesta de Carlos Salinas.] 


>Me permitiréis que, dispuesto a conversar con los muertos, prefiera mis 
>propios muertos, los que habitaron mi propia casa: los que hablaron mi 
>mismo lenguaje y pensaron en él con rigor y valor, imaginación y 
>cálculo. 

La frase tiene miga... y sin duda expresa una opinión muy respetable. 
Ya se sabe, en cuestión de gustos... la variación es la norma :-) 

Sin embargo (y dada mi sensibilidad, siempre renovada por razones 
puramente de contexto sociológico, a los "nacionalismos" de todo 
pelaje) me gustaría hacer las siguientes acotaciones. Aclarando, 
nuevamente, que no tengo ninguna objección para los gustos 
personales... en todo caso estoy pensando en una situación posible: 
que los gustos personales se conviertan en "sociales". 

Cuando se da prioridad a los de la propia lengua, raza, nación, 
religión, etc. se está haciendo un hecho muy familiar; biológico en 
realidad. Ya se sabe que las hormigas marcan con cierto olor a sus 
congéneres y que de esta manera se puede eliminar o rechazar a las de 
otros hormigueros. Esta situación (aunque con medios menos primitivos) 
tambien se da a menudo en la especie humana. 

Lo curioso es que tenga cierta trascendencia, digamos, filosófica. 
Curioso pero no raro; probablemente porque la "filosofía" sea una 
actividad muy humana que comparten por igual los primitivos y los 
modernos, los presos, las madres de familia y los profesores de 
filosofía. 

Si tomaramos el argumento anterior como expresión de una "regla"; una 
especie de norma aconsejable a toda persona de buen juício podriamos 
imprimirle las siguientes variaciones: 

1. "Me permitiréis que, dispuesto a conversar con los muertos, 
prefiera mis propios muertos, los que habitaron mi propia casa: los 
que hablaron mi mismo lenguaje y pensaron en él con rigor y valor, 
imaginación y cálculo... luego me centraré en aquellos filósofos que 
habitaron Cataluña, desde las encantadoras montañas de los Pirineos a 
las suaves playas del delto del Ebro. En las cuatro provincias 
catalanas tenemos bastante gente que ha pensado con rigor y con 
sensatez esta clase de problemas... " [Nota: el párrafo anterior, como 
los que siguen son traducidos de un catalán ortodoxo... pero para 
facilitar su comprensión, lo pongo en un castellano normal] 

2. "Me permitiréis que, dispuesto a conversar con los muertos, 
prefiera mis propios muertos, los que habitaron mi propia casa: los 
que hablaron mi mismo lenguaje y pensaron en él con rigor y valor, 
imaginación y cálculo... naturalmente me estoy refiriendo a los de mi 
ciudad Barcelona; en todos sus barrios (Gracia, Sants, Horta e incluso 
en el Raval, el ex-barrio chino) ha habido bastante gente que ha 
pensado con rigor y sensatez.....etc. etc. " 

3. "Me permitiréis que, dispuesto a conversar con los muertos, 
prefiera mis propios muertos, los que habitaron mi propia casa: los 
que hablaron mi mismo lenguaje y pensaron en él con rigor y valor, 
imaginación y cálculo... por lo tanto me puesto a localizar en mi 
barrio aquellas personas que reunieon esas condiciones. La mayoría no 
ha dejado documentos escritos... pero conversando con sus familiares y 
con los comerciantes de la zona... he podido reunir estos preciosos 
pensamientos....." 

4. "Me permitiréis que, dispuesto a conversar con los muertos, 
prefiera mis propios muertos, los que habitaron mi propia casa: los 
que hablaron mi mismo lenguaje y pensaron en él con rigor y valor, 
imaginación y cálculo.... de esto hay mucho en mi familia, por lo 
tanto no tengo necesidad de ir muy lejos; recuerdo que mi abuelo ya 
decía.... y no digo nada de mi bisabuelo materno que se caracterizó 
por pensar lo siguiente a raíz de las convulsiones políticas de la 
época..." 

En suma, una vez que uno se decide a catalogar a la gente según su 
lugar de nacimiento, color epidérmico, lenguaje con que se expresa, 
religión donde se refugia, etc. etc.... siempre se puede encontrar "de 
todo" en la tribu, subtribu o clan que se elija; , desde los muy 
tontos a los listos... y naturalmente no puede faltar un filósofo. 

Pero... ¿se necesita hacer esto? No sería mejor juzgar las ideas por 
su valor y no por las características accidentales de quien las 
enuncia? Yo no estoy diciendo que sea lo mejor, pero me gustaría, en 
todo caso, que me demuestren que una persona por ser "de mi tribu" 
tiene más derecho a ser escuchada, pensada, estudiada, que otra más 
lejana. 

Obviamente conocer a alguien lejano es trabajoso; existen muchas 
barreras, de las cuales las traducciones no es la más ligera... pero 
¿es necesario convertir a la dificultad en razón suficiente para 
abandonar esa investigación? 

Son preguntas que me hago... y que naturalmente no tienen respuesta 
definitiva. En todo caso yo me inclino por conocer lo que pueda, donde 
pueda y como pueda. Se que no llegaré muy lejos, pero siempre es mejor 
intentarlo que adoptar, filosóficamente, la actitud de las hormigas. 


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From maxlameiro 

De mi parte diría: 

"Me permitiréis que, dispuesto a conversar con los muertos, prefiera mis propios muertos, los que habitaron mi propia casa: los que hablaron mi mismo lenguaje y pensaron en él con rigor y valor, imaginación y cálculo.... es decir a aquellos que honraron a la Argentina con su pensamiento, como Vicente Fatone y Alberto Rouges (entre otros)." 

Pero, hay algo que no me cierra.....¿que será? Ohhhh!! ya sé...que justamente que esos que fueron capaces de pensar con profundidad, tenían un alcance -y una orientación- fuera de cualquier regionalismo...(de hecho Fatone ha sido traducido, el pobre de Rouges en cambio parece ser de esos hombres a los que la providencia cuida de ser conocidos para que no se los banalize...). 

Carlos dijo: 
>Pero... ¿se necesita hacer esto? No sería mejor juzgar las ideas por 
>su valor y no por las características accidentales de quien las 
>enuncia? 

Personalmente lo prefiero, en todo caso la nacionalidad -u otro razgo de pertenencia- pueden formar parte del análisis que uno hace de esos autores, pero no debería implicar una valoración a priori, (yo admiro a Bergson y sin embargo no me banco a los franceses). 



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III. Personajes. 


Ferrater Mora, Josep (1912-1991) 

Filósofo catalán, nacido en Barcelona. Estudia en la universidad de Barcelona, donde se doctora y, acabada la guerra civil, se exilia la Habana y luego a Santiago de Chile, países en donde da cursos y conferencias, y en 1949, marcha a EE.UU. donde fue profesor del Bryn Mawr College, en Pennsylvania, hasta su jubilación. Se le considera miembro de la denominada «escuela de Barcelona», a la que pertenecen también Jaume Serra i Húnter (1878-1943), Joaquim Xirau (1895-2946), Eduardo Nicol (1907-1990), Juan Roura-Parella (1897-1985), filósofos exiliados todos ellos. 

Define su propia filosofía como «integracionismo», que puede entenderse como la postura tendente a integrar filosofías opuestas, u orientaciones filosóficas divergentes, y aún conceptos opuestos o polares, y que expone fundamentalmente en El ser y la muerte (anteriormente La ironía, la muerte y la admiración, 1962), subtitulada Bosquejo de una filosofía integracionista, y Ser y sentido (1970), que son sus obras más fundamentales y características. 

Su obra más conocida es, no obstante, su utilísimo y buen Diccionario de filosofía (1941; 1965, 1979, 1994-1995). 


Diccionario de filosofía en CD-ROM.1996. Herder S.A., Barcelona. Autores: Jordi Cortés Morató y Antoni Martínez Riu. 

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Carlos Salinas 
9-diciembre-2000 
Barcelona. España.

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